Cuando voy a la montaña
no quiero hacer ninguna carrera,
sólo voy a pasear,
a comulgar con la naturaleza.
Ver saltar los saltamontes,
ver volar las mariposas,
ver el color de las flores,
a hacerme amiga de cada piedra:
a empaparme con su esencia.
Sólo quiero que me abracen
con sus invisibles brazos,
los romeros y tomillos,
que me impregnen con su aroma.
Poder tocar con mis manos:
los árboles, la tierra, las piedras,
y aunque el viento me despeine
y se me manchen las botas,
eso no debe importarme,
y de hecho no me importa,
pues todo forma parte
de la naturaleza.
Fina Caballero
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