miércoles, 14 de abril de 2010
LA LIBÉLULA INQUIETA
Erase que se era
un bonito rio con su bonita ribera.
En la orilla vivían renacuajos y ranas;
por encima del agua,
una nerviosa libélula
no paraba de volar.
Rio abajo, rio arriba,
a todos mareaba porque
de volar nunca paraba.
Quería verlo todo
pues era muy curiosa,
con sus grandes ojos
todo lo miraba.
Las ranas estaban hartas
de tanto ir y venir.
Se decían unas a otras:
¿Cuándo parará para dormir?
Y la libélula dice:
-yo no me puedo estar quieta
pues tengo mucho que ver
porque mi vida es muy corta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario